“Llevo desde 2011 colaborando con Misiones Salesianas. Sé que con mi aportación ayudo a los misioneros salesianos a que muchos niños y niñas vayan al colegio, a que jóvenes se formen para el futuro, a que las personas víctimas de conflictos tengan apoyo… Es mi granito de arena para hacer de éste un mundo mejor. Confío plenamente en el trabajo de los misioneros salesianos y en la labor que realizan en el mundo con los más empobrecidos”

“Gracias a Misiones Salesianas alrededor de 2.000 personas, sobre todo mujeres con sus hijos pequeños, reciben en Etiopía cada día alimento y hacemos cerca de 2.000 panes diarios para entregar a la población, y cuando disponemos de harina suficiente hacemos más. Estamos muy agradecidos a la ayuda que nos envía porque a pesar de que la guerra terminó, la situación de necesidad de la población y el hambre siguen aumentando"

“Estaba pasando por un momento difícil cuando me quedé embarazada. Mi vida estaba en peligro debido a la pobreza. Tenía la certeza de que mi bebé y yo nos enfrentaríamos a un futuro difícil. Providencialmente me matriculé en el curso y cuando vi todos los materiales que me proporcionaban mi esperanza aumentó. Aprecio lo que Misiones Salesianas ha hecho por nosotras aquí en Ruanda”

"Hace tiempo comprendí, además, que lo importante más allá de hacer muchas cosas es la importancia de “estar”. Como voluntario misionero los fundamental es que sea un reflejo del amor que Dios tienen por cada persona, independientemente de su procedencia o contexto. Cada día pido ser luz y testimonio para las personas que me encuentro en el camino"