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Ver todas las noticiasEl padre Tom Uzhunnalil recibe en India el Premio Madre Teresa por su coraje y resistencia frente a la adversidad
El padre Tom Uzhunnalil, misionero salesiano de origen indio que estuvo secuestrado en Yemen durante 18 meses, ha recibido en Mumbai el Premio Madre Teresa 2017 por la Justicia Social que entrega la Fundación Harmony, por su coraje y resistencia durante su cautiverio.
El padre Tom trabajó en Yemen junto a las Misioneras de la Caridad, la Congregación fundada por la Madre Teresa, y fue secuestrado el 4 de marzo de 2016 en la capilla de un hogar de mayores en Aden. En el ataque terrorista cuatro hermanas religiosas fueron asesinadas junto a otras 12 personas. Su compañero sacerdote, el padre George, que trabajó con él en Yemen, también estuvo presente durante la ceremonia de entrega del premio.
El reconocimiento al misionero salesiano se basa en ser “un ejemplo inspirador de humanidad compasiva y por haber seguido trabajando para los ancianos de las Misioneras de la Caridad en Yemen a pesar de haber tenido la oportunidad de abandonar el país”. En una declaración escrita, la organización elogia “la dedicación y el compromiso del padre Tom su trabajo en un lugar de gran peligro, en el que sus colegas fueron asesinados a sangre fría”.
“Soy un sacerdote católico y salesiano, que trabaja para los jóvenes y los marginados. Me dieron la oportunidad de servir en la misión en Yemen porque Dios tiene una misión para cada uno de nosotros. Mi más sincero agradecimiento a todos los que han rezado por mí: hindúes, cristianos y musulmanes, y a los que aman a la humanidad”, dijo el padre Tom en su agradecimiento.
La Fundación Harmony, que promueve y difunde ideas de paz, diálogo y apoyo comunitario sin distinción de religión, género o etnia desde 2005, ha entregado este galardón en anteriores ediciones a personas y organizaciones comprometidas con los derechos humanos como el Dalái Lama, Médicos sin Fronteras y la joven Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai.
El salesiano sigue sorprendiendo por su testimonio cristiano claro y pacífico, y por su voluntad declarada de llevar a cabo el plan de Dios para su vida en el futuro. Al recoger el premio agradeció a la Fundación Harmony el galardón: “Gracias por todas sus oraciones. Hay bondad en todos, solo a través del amor y el perdón somos testigos de la paz y debemos perdonar a nuestros enemigos. Creo en un Dios vivo que me ha llamado para ser testigo de Él”, aseguró.
“Conocí a la Madre Teresa de Calcuta en 1983 y me inspiré en su amor por Dios, en su humildad y en su simplicidad y por el enfoque muy amistoso hacia las personas. No todos podemos hacer grandes cosas, pero todos podemos hacer grandes cosas con amor”, finalizó el salesiano, citando a la Madre Teresa de Calcuta.